¿Por qué es tan importante fomentar la lectura en casa? Los cuentos pueden actuar como vehículo hacia la fantasía y el descubrimiento; pueden ser también un viaje hacia un camino interior dónde identificar y distinguir nuestras emociones. El cultivo de las relaciones interpersonales de calidad a través de la literatura infantil revertirá en una sensación de vitalidad, bienestar y mayor creatividad en nuestros hijos.

El aprendizaje emocional está relacionado con los afectos hacia uno mismo y hacia los demás. La afectividad no es estática, sino que se basa en la plasticidad neuronal. Su desarrollo desde edades tempranas, con experiencias positivas por parte de los padres hacia sus hijos, validará la autoestima de los pequeños en cuanto a sentirse personas amadas por ser únicas. También mejorará las relaciones interpersonales en un marco de seguridad y confianza. Por eso, es fundamental fomentar la lectura en casa.

Rutinas de lectura en casa en voz alta brindan a las familias la posibilidad de expresar y regular las emociones en un ambiente de intimidad y cercanía. Uno de los grupos que investigan el papel de la Literatura en la educación emocional desde la Universidad de Yale y la Fundación Botín, destaca algunos valores que entran en juego en el aprendizaje emocional cuando se lee despacio: identificación, expresión de la emoción, empatía, y autoestima.

¿Cómo fomentar la lectura en casa?

Estas son algunas ideas que pueden facilitar encontrar estos momentos que se convierten en hábitos agradables de ocio familiar de calidad y positivo:

1. Leer en casa diez minutos en voz alta, jugar con la voz para interpretar personajes.
2. Inventar cuentos juntos introduciendo aspectos que hayan sucedido en la familia.
3. Elegir los temas de los libros según los gustos de nuestros hijos.
4. Transmitir la idea de la lectura como un juego.
5. Tener un espacio de biblioteca infantil en casa, asesorarse antes de comprar un libro por expertos. 
6. Visitar alguna librería infantil y asistir a un cuentacuentos de calidad en familia. Hay numerosas bibliotecas escolares, municipales y librerías que ofrecen esta oportunidad. Ir a ferias de libros. La Biblioteca Nacional, El Museo de la Imprenta, fundaciones culturales, cada vez ofrecen más programas didácticos para familias.
7. Escuchar podcast de cuentos en ratos de viajes para aprender vocabulario y estrategias de narración oral. El podcast facilita la atención y la imaginación del niño.
8. Asistir a museos y espectáculos donde los recursos artísticos ayuden a incrementar la riqueza cultural, la fantasía y preserven la inocencia de los pequeños. 
9. Celebrar ocasiones especiales regalando libros para fomentar la cultura material y el patrimonio inmaterial que conlleva. 
10. Hacer club de lectura con otras familias para que pueda haber intercambio de libros.

Es más probable que un niño aprenda a leer y aumente su creatividad si observa como sus padres los desarrollan con él.

En este sentido, la familia es un microsistema integrado que disfruta conjuntamente de la experiencia cultural y emocional que aporta la lectura de un álbum ilustrado o un libro infantil. El hogar con una pequeña biblioteca es un escenario de educación informal. Por eso es tan importante encontrar ese espacio y fomentar la lectura en casa.

Beatriz Rodríguez-Rabadán Benito, responsable de la Biblioteca de Fuenllana