Ayudar a nuestros hijos a educar sus emociones es como un plan de pensiones en el cual inviertes para tu futuro y para el de tus hijos. Las emociones se empiezan a trabajar desde pequeños y se van educando a lo largo de toda la vida.
Es en la familia donde se inician nuestros primeros vínculos afectivos y éstos van a dejar huella emocional en nuestra vida.
- Conciencia emocional: Es la capacidad de percibir mis emociones y las de los demás. Es el pilar para poder ser emocionalmente inteligentes.
- Empatía: Ser capaz de sintonizar emocionalmente con los demás
- Regular bien las emociones: Quiere decir saber gestionar las emociones de forma adecuada, prevenir emociones negativas y ser capaz de canalizarlas.
- Cuidarse para cuidar: Para que nuestros hijos estén bien, nosotros tenemos que estar mucho mejor.
6 Recursos prácticos para trabajar la educación emocional en familia
El hogar, el lugar idóneo para trabajar las emociones.
- Fomentar la comunicación: Buscar espacios para el diálogo y la escucha activa.
- Poner nombre a las emociones: Utilizar un vocabulario muy rico de emociones y así los niños se familiarizan con este tipo de lenguaje.
- Termómetro emocional: Para aprender cómo se sienten por dentro.
- Describir sus sentimientos: Dependiendo de la edad se pueden describir de diferentes maneras: dibujo, lista de emociones y situaciones, diálogo…
- Provocar emociones positivas en familia: Pasar el tiempo juntos y pasarlo bien, disfrutando del tiempo que tiene cada familia para estar juntos. Aprovechar la lectura de cuentos de emociones.
- Técnica NEMO: Nombre-emoción-motivo-objetivo.