La salud mental de los niños y niñas no solo depende del entorno emocional y social en el que crecen, sino también de factores físicos y biológicos como el sueño, la actividad física y, especialmente, la alimentación. Aunque solemos asociar la dieta con el crecimiento físico, cada vez hay más evidencias de que lo que comemos también influye directamente en cómo pensamos, sentimos y nos comportamos.
El cerebro en desarrollo necesita una gran cantidad de energía y nutrientes para funcionar correctamente. Durante la infancia y adolescencia, una alimentación equilibrada es clave para:
En etapas educativas como Primaria, donde los procesos de aprendizaje se consolidan, y en Secundaria y Bachillerato, donde la exigencia académica aumenta, el papel de una buena alimentación es aún más relevante.
A continuación, algunos componentes esenciales para una buena salud mental infantil:
Un consumo excesivo de ciertos alimentos puede tener un impacto negativo en la salud mental infantil:
Desde los colegios Andel y Fuenllana fomentamos hábitos saludables que refuercen el aprendizaje y el bienestar emocional. Algunas recomendaciones prácticas vinculadas con alimentación y salud mental infantil son:
Además, la manera en que nos alimentamos —no solo lo que comemos, sino cómo lo hacemos— representa una valiosa oportunidad para educar en la reciedumbre, ayudando a los niños y niñas a aprender a aceptar y disfrutar una variedad de alimentos, incluso aquellos que no son sus favoritos.
Las comidas en familia, especialmente la cena, pueden convertirse en un momento privilegiado para compartir lo vivido durante el día, escuchar con atención y dar espacio a que se expresen libremente. Al evitar distracciones como el móvil o la televisión, se favorece un ambiente de conexión, confianza y comunicación que fortalece los vínculos y permite conocer mejor a nuestros hijos.
En Andel y Fuenllana seguimos apostando por una formación integral que incluya también la promoción de estilos de vida saludables, desde las primeras etapas en Primaria hasta el final del Bachillerato.
Carlos Larrocha Allué. Psicopedagogo y pedagogo terapeuta. Colegio Andel. Alcorcón