Cuando hablamos del desarrollo psicomotor nos referimos a la adquisición de habilidades que se observa en el niño de forma continua durante toda la infancia. Para el crecimiento integral del niño es importante tener en cuenta el papel clave que juega el desarrollo neuromotor, entendiendo al mismo tiempo que la psicomotricidad es una disciplina que conecta dos partes fundamentales del proceso de desarrollo integral de la persona: el movimiento y la actividad psíquica. En este artículo, explicaremos qué influencia tiene el desarrollo neuromotor del niño para el proceso de la lectoescritura.
En los primeros años de vida del niño, la psicomotricidad juega un papel muy importante porque influye tanto a nivel motor- permite al niño dominar el movimiento corporal-, como a nivel cognitivo- permite mejorar la memoria, concentración y creatividad-, como a nivel social y afectivo-permite a los niños conocerse mejor a ellos mismos, afrontar sus miedos y relacionarse con los demás.
Además, es interesante saber que al ejercicio del control sobre el propio cuerpo se le denomina motricidad, y ésta a su vez se divide en dos grupos según las partes del cuerpo que intervienen. La motricidad gruesa permite el control y coordinación de movimientos que abarcan el tamaño del propio cuerpo o superior. Por ejemplo: bailar, correr, saltar. La motricidad fina permite el control y coordinación de movimientos que abarcan menos del tamaño del propio cuerpo, como las manos o los dedos. Se centra en movimientos realizados con partes concretas: colorear, escribir, dibujar.
El aprendizaje de la lectoescritura es un proceso complejo que requiere que se hayan alcanzado antes ciertos niveles de maduración en torno al desarrollo de la psicomotricidad. Realizar ejercicios para trabajar movimientos como el arrastre, el gateo, el equilibrio, la fuerza, o el rodado, ayudan a establecer conexiones neuronales que facilitan múltiples aprendizajes futuros.
A continuación, dejamos algunos ejercicios sencillos para estimular en casa el desarrollo neuromotor para vuestros hijos:
De 0 a 1 año
De 1-2 años
De 2 a 3 años
¡Espero que sean de utilidad!
Sarai Lara
Es profesora de Educación Infantil en el Colegio Fuenllana