Decía André Maurois que “la lectura de un buen libro es un incesante diálogo en que el libro habla y el alma contesta”. Quizá sea exagerado, pero no cabe duda que la lectura es fuente de experiencias, un lugar y un momento donde escapar del día a día, acompañar a nuestros héroes en sus aventuras y llorar junto a los protagonistas de nuestras novelas.
La lectura tiene otras muchas ventajas:
Si tenemos claro que la lectura es algo beneficioso para todos, tengas la edad que tengas, ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos lean más?
En primer lugar, y aunque parezca una obviedad, que haya libros en casa, cuantos más mejor. A veces los niños son muy cabezones y no van a coger el libro que les recomendamos, por lo que si tienen una buena colección en casa les veremos de vez en cuando con alguno en sus manos, y con algo de suerte con el que queríamos que leyeran. Es verdad que los libros son caros, pero se pueden conseguir buenas colecciones de libros de segunda mano.
Ayuda y mucho que nos vean leer a los mayores con frecuencia. La imitación es una fuente educativa importantísima, por lo que ayudará a potenciar la lectura en los más pequeños y con los adolescentes es una buena oportunidad para generar conversaciones sobre temas variados.
Por lo menos hasta los siete u ocho años es muy recomendable leerles un cuento en algún momento del día. La pereza es fuerte y muchas veces no apetece sentarse con los pequeños antes de que se acuesten, pero son tantas las ventajas que proporciona ese pequeño rato de lectura e intimidad con los pequeños, que debería ser un punto obligatorio en cualquier “manual para padres y madres”, si es que alguna vez existiera algo parecido.
Ir a la biblioteca con asiduidad. Todavía siguen existiendo muchas bibliotecas a las que poder asistir y pasar un rato agradable ojeando libros y leyendo allí mismo. Muchas de estas bibliotecas tienen una zona infantil donde los más pequeños disfrutan mucho curioseando los libros. Además es un lugar y momento ideal para que aprendan a respetar el silencio.
Hay muchas más cosas que podemos hacer para fomentar la lectura en casa, pero lo dejaremos para un próximo artículo del blog.
¡A leer!
Miguel Puig Sepúlveda
Profesor de economía de Andel y padre de cinco hijos lectores.
Foto: Andrea PiacQuadio