Conforme se acercaba el final de 3º de Infantil, vi los posibles problemas de la transición a Primaria. Siempre recordaré a uno de mis hijos llorando durante el verano del cambio a Primaria, porque ojeando los libros del curso siguiente, le parecía que tenían demasiadas letras. Por supuesto, le tranquilicé diciendo que iría aprendiendo poco a poco cómo se trabajaba en su nueva etapa, aunque, siendo como es, no creo que le tranquilizara en exceso.

Dejando aparte las anécdotas, que dependerán en gran medida de cómo sea cada niño (los hay más agonías, más pasotas, más aventureros, más relajados…), está claro que la transición a Primaria supone un cambio sustancial en la madurez, el comportamiento, la forma de trabajar y la autonomía de nuestros hijos. Para que ese camino resulte lo más sencillo posible, los padres debemos tener claro cómo ayudarles desde el último curso de Infantil.

Porque el verdadero vértigo es el que vivimos los padres. De pronto nuestro “bebé” no necesita que le llevemos de la mano, o que le duchemos; ya empieza a seleccionar lo que nos quiere contar o incluso nos demuestra la autoridad que tienen sus amigos a la hora de informarles de cualquier cosa. Y nosotros no queremos dejarles crecer tan rápido y se nos atraganta el cambio, nos agobiamos y no confiamos…

Trucos para mejora la transición a Primaria

Pero siempre existen trucos que ayudan a que esta nueva etapa vaya llegando de manera natural para los niños y ¡PARA LOS PADRES! Algunos de esos consejos para afrontar la transición a Primaria son:

• Fomentar la autonomía: es un aspecto fundamental que siempre dará confianza a nuestros hijos en cualquier cambio. Con 5-6 años todavía requieren supervisión para multitud de tareas. Pero una cosa es la supervisión y otra muy distinta es que le hagamos absolutamente todo. De esta manera, el niño termina sintiéndose incapaz de valerse por sí mismo y sufrirá en exceso cuando no tenga el apoyo de sus padres. Vestirse, ducharse, recoger, saber pedir ayuda, o ser resolutivo en diferentes circunstancias es algo que los padres podemos y debemos fomentar, no solo para poder contar con ellos en el día a día, sino porque les va a proporcionar mucha seguridad cuando tengan que enfrentarse a cualquier reto solos. 
• Establecer rutinas: siempre aporta tranquilidad saber a qué nos enfrentamos y ayuda anticiparse a los cambios que puedan producirse. Ir adaptando nuestras rutinas al nuevo curso será una buena estrategia para que nuestros hijos se sientan cómodos en su nuevo curso.
• Hacer una visita a las instalaciones: ya sea en el mismo centro en el que se ha cursado infantil o en otro distinto, resulta recomendable que los niños se ubiquen en el nuevo espacio y que puedan comprobar por sí mismos las diferencias que existen entre un aula de Infantil y de Primaria, en el mobiliario, la distribución, la decoración… y cuáles van a ser sus lugares de juego, de comida, etc.
• Conocer a sus profesores: poner cara a las personas que se encargarán de su transición a Primaria y su adaptación, ayuda a los niños a comenzar con más tranquilidad y ¡también a los padres!
• Involucrarse en la vida escolar: asistir a reuniones, eventos o tutorías demuestra a nuestros hijos que la familia y el colegio reman siempre en la misma dirección. También que estamos para ayudarnos en esa maravillosa tarea de educarles y que estamos plenamente de acuerdo en el objetivo de hacer de ellos grandes personas.
• Hablar con ellos, ofrecerles apoyo emocional y proporcionarles seguridad para adquirir nuevas responsabilidades y afrontar nuevas formas de aprendizaje, son recursos que podemos brindarles para mejorar su adaptación a Primaria.

Y, por supuesto, y para terminar, que ese mágico verano del paso a Primaria sea un momento de grandes historias y mágicos cuentos y así vayan adquiriendo un enorme gusto por la lectura. Habrá niños que ya comiencen a leer al final de la etapa de Infantil y otros que aún no. Pero es mucho más importante que tengan la curiosidad y la motivación para descubrir letras, palabras o frases. Para ello debemos ser nosotros su fuente de ejemplo e inspiración, porque todos esos cuentos que les contéis, nunca los olvidarán.

Cristina Fernández Martín - Profesora de 1 de Primaria en el colegio Andel.